En el fondo del amor
no hay nada.
Una nada inmensa;
surgida después de casi todo.
En el amor vacío
no hay disculpas,
no hay perdón,
no hay sueños,
no hay lucha,
no hay rendición,
no hay miedo.
Después de príncipes y princesas;
romeos y julietas,
amos y siervas,
lobos y caperucitas;
cuando se hayan caído
todos los personajes del amor,
surgirá de la nada,
el amor vacío;
después de
atravesar
solo
la nada,
y llegar
a la nada
del amor.
Porque ese amor es dentro,
y lo abarca todo,
sin ser nada.
Y nadie podrá arrebatarlo,
y nadie podrá ofrecértelo.
Porque el amor no se puede pedir,
no se puede ofrecer
y no se puede negar.
El amor
es y está:
Y lo podrás sentir,
cuando se marchiten
los aspavientos del amor.
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