Al verme desde fuera del sistema,
observo y comprendo dolores ajenos
que sin embargo siento como míos.
Me reconozco y rompo la cadena,
lejos de la raíz, germino de nuevo.
No puedo resucitar a los muertos
para compensar el dolor de un muerto.
Su dolor y su ira, su odio y su vida,
al asumirlos, condeno a un bucle
sin fin, mi vida pegada a la muerte.
Dejemos a los muertos con los muertos.
Limpiemos nuestras vidas de lealtades.
"Lo dejo con vosotros y no os juzgo".
Congelaciones familiares.
Málaga.
28 de marzo del 2.015.