lunes, 31 de agosto de 2015

DESNUDA DE TODO




Te voy buscando más allá de tu nombre

hasta hallarte desnuda de todo;

desnuda de mí,

desnuda de él;

desnuda de todo lo que creías ser tú.

 

Me gusta amarte

en la prehistoria de tus besos,

con tu boca descosida de todas las bocas:

Virgen al dolor de los hombres.

Me gusta encontrarte y abrazarte;

llegar a ti siempre por primera vez;

allí donde no recuerdas,

allí donde solo eres 

tú sola contigo:

 

Espacio deshabitado de mí:

 

Templo oculto

y sagrado de tu cuerpo:

Silencio donde surges…

Silencio donde nadie pudo

llegar nunca.

 

Altar donde nadie se atrevió a rezar.

 

PRESENCIA MASCULINA



Ámala ahora con todo el amor que tenías guardado para amarla el resto de tu vida.
Ámala con todo lo que eres.
No te suprimas nada.
Sé sin miedo a ser.
Esto es presencia 
y la presencia es amor.
Y ella lo reconocerá.
Ella no quiere tus previsiones de amor ni a príncipes azules.
Las previsiones te restan presencia.
Los príncipes azules son aburridos y además no existen.
Entrégate ahora con todo o nunca lo harás
y entonces ella se irá.
Quizá físicamente no,
pero realmente ella ya no estará allí contigo.
Amarla mañana es un imposible.
Ámala ahora.
Amarla siendo a medias tú no le interesa.
Descúbrete amándola.
Sé pura presencia y ella se abrirá 
a la profundidad femenina 
y allí te hallarás.
Y ahora mantente sin miedo firme en su océano.
Esto es presencia masculina.

 

EL BAILE DE LAS MÁSCARAS





Anduve sin disfraz y sin saberlo,

rodeado de disfrazados muertos,

acosado por las caretas del miedo.

 

Disfrazados por fuera y desposeídos por dentro,

bailaban con los ojos ciegos,

al ritmo de la música de los demonios.

 

Y yo acudía sin disfraz y libre,

animado por el hartazgo de la disociación,

a la danza rota de los muñecos.

 

Abrazado a todos los valores y contravalores posibles,

sentí el disfraz del hueco

para no sentir el miedo de la libertad.

 

Observé que la vida es una orgía de muñecos rotos

donde no embestían ellos.

 

Pero aun así,

desdeñé el disfraz,

y me presenté descarado

al baile de los payasos tristes,

protegido solo con la desnudez

de un corazón hospitalario

abierto a las señales.

 

Completamente solo,

asistía perplejo, 

al espectáculo del infierno 

de la desconexión.

 

 

 



miércoles, 19 de agosto de 2015

A TRAVÉS DE LOS VÍNCULOS




Me he despertado en blanco.

 

Desmemoriado  de ayer,

desintegré en el sueño,

la construcción cristalizada del espejismo de mí.

 

Acotado y limitado,

en un supuesto yo-según vosotros

y vosotros-según yo,

según las circunstancias.

 

Hoy comienzo,

sentado en la cocina

con una taza de café,

en la expansión-liberación de

no saber quién soy.

 

Y solo los vínculos,

me llevaran sin construirme,

a través del mí-hoy.

 

DESHACIENDO EL RUIDO



Llegas a casa y enciendes la televisión.

Te levantas y vas a la cocina para picar algo de comer.

Al rato te masturbas.

Te vuelves a levantar y vuelves a picar.

Llamas por teléfono a quién sea.

Tienes el iPad, el móvil y la televisión encendida.

Vas al baño y pones la radio.

Te miras al espejo.

Terminas y apagas la radio.

Buscas ruido allí  adonde vas.

Necesitas que siempre ocurra algo

para no escuchar el silencio

donde surges extraño y desconocido.

No paras de hacer zapping,

pero no atiendes a nada,

porque le estás dando vueltas

a algo que todavía no ha sucedido

y que no tiene por qué suceder.

Vuelves al baño, pones música y te duchas

pero has dejado la televisión encendida.

Terminas y te vistes en tu dormitorio

mientras hablas por teléfono y escuchas música.

Vas a la cocina y vuelves a picar.

Sales de casa porque has llamado a cualquiera

para quedar a tomar algo.

Te pasas la noche bebiendo, hablando y actuando

como los demás crees que eres.

Vuelves bebido, te masturbas otra vez y caes  dormido.

Te levantas y pones la radio.

Te duchas y tomas café.

Pones música y llamas a un amigo

para comentar lo de anoche y vuelves a quedar.

 

Y así sucesivamente,

ruido tras ruido,

saturación tras saturación,

vas alejándote de ti.

 

Créeme,

todo ese ruido tendrás que deshacerlo algún día.

Quizá mañana no,

ni tampoco el año que viene.

Pero créeme,

algún día.

Y sé lo que digo.

Del ruido vengo deshaciéndolo.

 

sábado, 8 de agosto de 2015

UN,DOS,TRES... SEGUNDOS.



Todo y nada ocurre sin tiempo.
No es simultaneidad,
sino un acontecer continuo,
como un eco que no desvanece;
es nuestra memoria al asir el pasado
que fija distorsionado
en el presente
algo que nunca deja de suceder;
y solo acordamos ser fragmentos mentales
en chispas de existencia.

Todo y nada sucede en el tiempo.
Un, dos, tres,
segundos,
uno a uno,
para medir lo que no es medible;
para no morirnos de miedo
al caer en el vacío
de sabernos nada acumulado
y todo por ser en un instante eterno;
desierto de uno mismo en estallido del todo.
¿Cómo explicarnos sino con el tiempo que no existe?
¿Cómo ser sin saber quienes creímos que fuimos?
Un, dos, tres,
segundos,
uno a uno,
definiéndonos con la esperanza
de fijarnos en el tiempo;
un, dos, tres,
al filo de la muerte,
sin el tic tac,
que de tanto empeño
en escuchar,
se nos olvidó vivir.

miércoles, 5 de agosto de 2015

AHORA-NOSOTROS



Por los momentos sin teatro 
te amo;
ese espacio 
donde regresamos.
Porque es allí 
donde somos
nosotros.
Ahora-siempre.

A Isabel.