Buscaré
el paisaje de tu cuerpo en la mañana ,
cuando
ya no descubran las sábanas ,
la
piel desnuda de tu despertar.
Dormiré
profundo en el olor de tu hueco,
y
mi cama blanca respirará tu ausencia ,
esparcida
por las esquinas de mis ojos.
Descubriré
como se puede amar como el primer día,
en
el desapego de los cuerpos que se despidieron,
a
través de las miradas que ya nos pertenecen para siempre.
El
dibujo de tu cuerpo ,
palpitará
para siempre ,
en
el rincón de mis dedos.