Todo
es nada y nada sobra.
Aquella
mañana cuando despareció nosotros,
sembró
de incertidumbre mis alas.
Su
fruto es la revolución del hueco.
Ahora
veo con claridad que hiciste lo programado.
Y
por eso te celebro,
sin
acritud.
Tan
sólo me dabas lo que yo te pedía,
lo
que tanto necesitaba sin saberlo.
Y
viceversa.
Todo
es y nada sobra.
Llegó
el momento de sentir el hueco,
sin juicios…
sin límites…
Sé
consciencia a través del hueco.
Sé eterno.
Sé
inmenso.