Yo no estoy
aquí para ser
un hijo o un
padre,
un hermano o un
amigo,
un novio o un
amante;
y todo lo que
se supone
que esos
personajes
cargan sobre
sus espaldas.
No quiero
desdoblarme sicóticamente,
inconscientemente,
en todo lo que
esperáis de mí.
Yo no he venido
a eso.
Pero de la
misma forma os prometo,
no tener
ninguna esperanza puesta en vosotros;
ninguna
expectativa,
ningún sueño,
ningún miedo,
ningún
complejo,
y no os
asignaré ningún cometido concreto.
Nunca daré nada
por supuesto,
y os amaré libre de mis deseos.
Nada me debéis
y nada os debo;
si acaso os
ofrezco,
una mirada
libre de miedos
y un corazón
abierto a la diferencia.
Yo no seré el
que os diga que estáis equivocados,
ni os robaré la
experiencia del error
mediante
limosnas de bloqueo.
Errar en lo
concreto
para acertar en
lo abstracto
y verlo,
nos acerca al
origen.
Somos un punto
desde la nada para todo,
y su visión;
un eco de preguntas
y respuestas,
es esta vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario