De todo lo aprendido me
queda nada,
y si apenas recuerdo,
me deshago
en ayeres imposibles.
Ahora la palabra ojalá
me suena a muerte.
Callad:
porque la música de la noche empieza a sonar...
Es el oboe de mi ansiedad de regreso.
Me levanto todos los días muerto
para llegar a la noche vivo.
Qué belleza hay en no saber nada
y verlo todo:
Porque ya nada espero de todo.
Callad,
que sobre las doce caigo en mí.
Y regreso:
Hasta la muerte de mañana por la mañana.
y si apenas recuerdo,
me deshago
en ayeres imposibles.
Ahora la palabra ojalá
me suena a muerte.
Callad:
porque la música de la noche empieza a sonar...
Es el oboe de mi ansiedad de regreso.
Me levanto todos los días muerto
para llegar a la noche vivo.
Qué belleza hay en no saber nada
y verlo todo:
Porque ya nada espero de todo.
Callad,
que sobre las doce caigo en mí.
Y regreso:
Hasta la muerte de mañana por la mañana.
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