domingo, 3 de abril de 2016

CAIGO EN LA NOCHE

 
De todo lo aprendido me queda nada,
y si apenas recuerdo,
me deshago
en ayeres imposibles.
 
Ahora la palabra ojalá
me suena a muerte.
 
Callad:
porque la música de la noche empieza a sonar...
 
Es el oboe de mi ansiedad de regreso.
 
Me levanto todos los días muerto
para llegar a la noche vivo.
 
Qué belleza hay en no saber nada
y verlo todo:
 
Porque ya nada espero de todo.
 
Callad,
que sobre las doce caigo en mí.
 
Y regreso:
 
Hasta la muerte de mañana por la mañana.
 
 

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