Cuando sentimos que la vida que vivimos no es la que nos pertenece,
es la hora de hacer lo que siempre dejamos para mañana y nunca hacemos:
Esa llamada pendiente;
el viaje que nunca hicimos,
decir no y basta,
ponerte la ropa que siempre quisiste y nunca te atreviste,
besar los labios prohibidos de la censura,
amar a tu vecino punk,
o al pijo del cuarto,
o a ese que no para de mirarte,
amar a quién se supone que no puedes amar,
no volver a quedar con quién no te gusta,
abandonar al cabrón de tu marido,
si es un cabrón,
y si no lo es,
olvidarte que es tu marido,
y amarlo como si fuera tu amante prohibido,
dejar de amar a quien nunca te amó,
ir al concierto de ese grupo a Lisboa,
no creerte más lo que te cuenta la televisión,
olvidar todo lo que te dijeron que eras y no es cierto,
celebrarte a ti misma;
gustarte,
brillar,
amarte;
y buscar sólo a gente que te ame.
Es la hora de ti.
Es la hora de nosotros.
Yo no estoy solo.
Ya somos algunos hombres y mujeres aquí esperándote.
Ven y tráete a ti misma.
Libre.
Gran fuerza expresiva en tu poema.
ResponderEliminarMuchas gracias Luis!!!
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