jueves, 14 de agosto de 2014

DESPERTAR

Es como si caminara solo por las calles.
Las malas caras y los ojos corrompidos
ya no me acompañan en mis paseos
y me paso las noches huecas de mí
y repletas de todo.
Las sábanas me acompañan en el recorrido elástico
de mi alma
que se tensa hacia todos los lados,
alcanzando los opuestos y asumiéndolos,
ensanchando mi hueco,
escupiendo opiniones desafortunadas.
Vaciándome de toda óptica,
me confundo con el entorno
y desaparezco...
Me vuelvo ilusión

Me adentro en la lámpara de noche y permanezco
sobre la mesilla,
mirándome.
Me duermo.
Por las mañanas ya soy otro.
Me despierto y me agito como un colibrí,
y tengo todos los sentidos nuevos,
vírgenes,
dispuestos a gritar y a sentir,
dispuestos a vivir.
Cada sentido a lo suyo
El ojo a ver
La piel a sentir
El gusto a saborear
Y yo a disfrutar
Así vamos tirando,
y viviendo,
yo y mi cuerpo.
Hay días que son verdes y frescos
Los hay otro que son grises
No importa
Y los hay también violeta y rojos
Pero todos los colores son bienvenidos.
Ya no entro a valorar.
Soy un desierto más
Vacío de sí mismo
Repleto de todo








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