Ha llovido y todo está limpio.
El centro está vacío y silencioso.
Unas gaviotas suenan y se van.
Leo un poema de Darwish
y tomo café.
No hay viento.
El temporal ha dejado silencio
y quietud en los árboles.
Otras gaviotas suenan y se van.
De repente,
ya no me encuentro de paso en esta ciudad.
Puedes estar toda una vida en un
lugar pero sentirte de paso.
O sentirte en casa donde estás
siempre de paso.
Sentirte en tu sitio no es una
cuestión de permanencia..
Y yo me encuentro en casa;
en esta ciudad,
y con esta mujer.
Y nada tiene que ver con la
permanencia.
Ni con la pertenencia.
Ni con el tiempo.
De repente pasa.
Y yo siempre estoy de paso.
Y siempre estoy en mi casa.
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