viernes, 17 de marzo de 2017

DECONSTRUCCIÓN



Cuando me descuido
y olvido que no soy nadie,
viene desde atrás,
enfadado y vengativo,
a reclamar sus miedos,
vicios y querencias,
el hombre que creí ser
y nunca fui.
Con la cara demacrada y asustadizo,
más perdido que nunca,
se pone ropas olvidadas,
da vueltas por el salón,
se mueve nervioso,
se masturba mecánicamente
y busca azúcar.

Pero despierto,
y era solo un sueño.
El único espacio
donde habita ya,
ese personaje extraño,
al que yo quiero,
detesto y perdono,
porque sin su fracaso,
seguiría siendo él.

Pero solo fue un sueño.
Y me tomo el café
ya siendo nadie,
junto a él,
agradecidos los dos,
por la deconstrucción
del personaje.

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