Nada sirve de nada
a las cuatro de la mañana
y yo sigo persiguiéndote
en estas horas de la noche
por la mañana temprana
te alcanzo en la ilusión del café
me desvanezco entre caladas
y ya no queda nada de mí
la cuidad despertará
y creeré volver a ser alguien
caminando entre ilusiones
burbujas hinchadas de carne
te amo libre
y mezclo tu nada en mi nada
dos nadas amándose
a pesar del aire y los huesos
y no quiero despertar
de este despertar de la nada
creyéndonos algo
muriéndonos en el hacer
siendo este amor
la misma nada
sin nada que hacer
siéndolo todo.
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