La emoción-burbuja ha estallado,
y solo queda la sensación:
Una sensación redonda, lenta y vacía...
Una nota sostenida de fondo.
Y me entra el vértigo
a la ausencia de escala;
y entonces,
me creo arreglista
y fuerzo armónicos,
que distorsionan
la nota,
preciosa y única,
de la nada.
No necesitamos picos de la música.
Somos todos
la misma nota sin nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario