Todas las mañanas
me comienzo a mí mismo
por el tejado,
para que el viento del día
me arrastre hacia la noche
ligero lecciones;
sin nada que guardar,
sin nada que proteger
y nada que perder.
Y por no cimientos tengo la nada.
La nada sobre la que edificaré
sin cimientos,
otro día nuevo,
comenzando por el tejado,
para que el viento del nuevo día...
No hay comentarios:
Publicar un comentario