viernes, 11 de septiembre de 2015

DETRÁS DEL VENTANAL DE UN TREN



Detrás del ventanal de un tren,
la cabeza recostada sobre el cristal,
el paisaje siempre diferente 
siempre el mismo,
a través de todos los ojos 
de todos los tiempos:

olivos y coches,
postes y postes,
polígonos industriales a las afueras,
muros pintados de extra radio,
palmeras y caseríos,
granjas,
desfiladeros,
túneles,

montes a lo lejos.

Dentro del tren:
estudiantes,
madres con hijos,
un viejo de campo y 
un bocadillo de queso,
la naranja y la navaja,
dos señoras gordas,
algún turista,
un niño en el pasillo,
una joven tatuada 
mascando chicle 
escucha música,
un comercial se fuma 
un cigarro en el baño.

Detrás del ventanal de un tren
todos 
acariciamos 
la contemplación,

la cabeza recostada sobre el ventanal 
el paisaje cambia pero siempre es el mismo:

un breve espacio donde 
hay una tregua en las diferencias;

y todos nos parecemos 
mucho:

detrás y tras el cristal.

 

martes, 8 de septiembre de 2015

COMPLETOS


 

El camino del amor al miedo y el camino de vuelta es un tránsito en el crecimiento del amor.
Sucede cuando rechazamos nuestra propia sombra proyectándola en el ser amado.
Lo que tememos es lo que somos.
El camino de vuelta del miedo al amor sucede cuando recuperamos la sombra proyectada en el otro y la aceptamos como nuestra. 
Solo entonces dejaremos de juzgar y de temer porque empezaremos a amar libremente y sin miedos completos al otro tal como es completo.
Ya que nos hemos aceptado primero a nosotros tal y como somos,
reconociendo en el otro
la misma sombra que hay en uno mismo.
Y nada hay el el otro que no haya en ti también.
Y nada de malo hay en ninguno de los dos.
Solo partes que no reconocemos y escondemos.
Y entonces la sombra es puesta en común;
reconocida y amada.
Y la sombra se hace luz.
Porque la sombra nos pertenece a ambos.
Y por fin ya lo sabemos.
Y el amor se hace AMOR.
Amor sin miedo a amar al otro: amarnos a nosotros mismos completos incluye al otro completo.
A través de la sombras 
hacia el amor
nos hacemos luz.



viernes, 4 de septiembre de 2015

DESATA


Cuando atas no amas,
desconfías.
Atando al otro 
te atas al miedo
y ya sois tres.
Y el miedo hará su trabajo
verificando tu mente.
Ama, desata y confía.
Ata, teme y verifica.
Tú eliges.

UNA TARDE DE LEVANTE FUE INSTANTE





Antes vivía en el pasado.

Después fue presente 

imaginando futuros:

Imaginando miedos.

Más tarde me establecí

en el ahora,

y acepté la incertidumbre.

Pero la incertidumbre 

proyectó un futuro en blanco.

Fue un avance importante.

Pero aún se me escapaba el presente 

en una expectativa sin pronóstico.

 

Fue una tarde de levante cerca del mar.

El instante llegó de repente:

Solo presente.

El instante nos atravesó los cuerpos.

Y allí no había espacio 

para la incertidumbre.

Fue a través de los cuerpos

que vivimos el ahora a secas:

El presente sin miedo.

El instante de los cuerpos que se aman.

 

Hoy

ese instante,

me une

a este ahora cualquiera.

 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

GENERACIÓN VINCULAR



GENERACIÓN VINCULAR

"El despertar de la inteligencia vincular "
Eugenio Carruti

Nuestra generación es la no generación.
Nuestra generación no nace de la respuesta a la anterior.
Es el resultado evolutivo de todas las anteriores desde el principio del principio.
Nada de credos.
Nada de movimientos.
Nada de reivindicaciones.
Nada de lucha.
Nada de opiniones.
No hay normas.
No hay certezas.
No hay caminos.
No hay sacrificio en busca de premio.
No hay tradición.
No hay maestros.
No hay líderes.
No hay súbditos.
No hay sometidos.
No queremos igualdad.
Somos diferencias vinculadas.
Nada de posicionamientos.
Nada de con nosotros o contra nosotros.
No estamos en contra de nada ni de nadie.
No llevamos pancartas.
No tenemos himnos.
No tenemos banderas.
No vemos las fronteras que no existen.
No esperamos que el estado nos provea.
No queremos que el estado nos defienda.
No queremos que el estado nos tutele.
No queremos que el estado nos juzgue.
No elegimos a representantes.
Nos representamos uno a uno.
No tenemos miedo.
No tenemos culpa.
Tenemos la responsabilidad con nosotros mismos y sabemos que esa responsabilidad con uno mismo es la única que incluye todo.
Somos vínculos en crecimiento.
Nada de bien o de mal.
Nada de conveniente o no conveniente.
Todo es exacto.
Somos observación.
Somos cambio.
No sabemos a que atenernos.
No sabemos nada y no hay nada que entender.
Hay que ser.
Pero respetamos cada proceso de crecimiento.
Nada de juicios.
Somos la acción sin la reacción.
Somos la conexión.

Conocemos el dinero y lo manejamos 
Conocemos la vivienda y la vivimos.
Conocemos el sexo y lo practicamos.
Conocemos la moda y la vestimos.
Conocemos el alimento y lo respetamos.
Pero no somos un billete.
Ni tan siquiera un millón de millones de billetes nos desconecta.
No somos la casa y lo sabemos.
Ni tan siquiera somos el desahucio y lo sabemos.
No somos el sexo y lo sabemos.
No somos el coche y lo sabemos.
No somos la familia y lo sabemos.
No somos la pareja y lo sabemos.
No somos el clan y lo sabemos.
No somos la patria y lo sabemos.
No somos la última moda y lo sabemos.
No somos un crédito contraído.
Ni tan siquiera somos un crédito impagado.
No somos una cesta de mercadona.
No somos un embargo y lo sabemos.
Nosotros somos  inembargables.
Venimos de la nada 
y vacíos de todo 
regresaremos al todo.
Somos recepción.
Somos consciencia en expansión.
La tierra no es nuestra.
Tampoco somos hijos de la tierra.
Somos la tierra en evolución.
Es imparable.
Cada vez va más rápido.
Ellos cada día son menos.
Pero no tenemos nada en contra.
Ellos están ahí para que nosotros estemos aquí.
Se lo agradecemos y lo respetamos.

No somos de izquierda.
No somos de derecha.
No somos de centro.
Nadie nos gobierna.
Cada uno se gobierna a si mismo en la responsabilidad vincular.
Y ese autogobierno no gobierna nada.
Estamos llegando al estado 
y se hará flexible.
El estado será como un malla viva  para el desarrollo de la red vincular.
Todo esto no lo espero.
Todo esto es ahora.
Está siendo.
Ya lo estamos siendo.


lunes, 31 de agosto de 2015

DESNUDA DE TODO




Te voy buscando más allá de tu nombre

hasta hallarte desnuda de todo;

desnuda de mí,

desnuda de él;

desnuda de todo lo que creías ser tú.

 

Me gusta amarte

en la prehistoria de tus besos,

con tu boca descosida de todas las bocas:

Virgen al dolor de los hombres.

Me gusta encontrarte y abrazarte;

llegar a ti siempre por primera vez;

allí donde no recuerdas,

allí donde solo eres 

tú sola contigo:

 

Espacio deshabitado de mí:

 

Templo oculto

y sagrado de tu cuerpo:

Silencio donde surges…

Silencio donde nadie pudo

llegar nunca.

 

Altar donde nadie se atrevió a rezar.

 

PRESENCIA MASCULINA



Ámala ahora con todo el amor que tenías guardado para amarla el resto de tu vida.
Ámala con todo lo que eres.
No te suprimas nada.
Sé sin miedo a ser.
Esto es presencia 
y la presencia es amor.
Y ella lo reconocerá.
Ella no quiere tus previsiones de amor ni a príncipes azules.
Las previsiones te restan presencia.
Los príncipes azules son aburridos y además no existen.
Entrégate ahora con todo o nunca lo harás
y entonces ella se irá.
Quizá físicamente no,
pero realmente ella ya no estará allí contigo.
Amarla mañana es un imposible.
Ámala ahora.
Amarla siendo a medias tú no le interesa.
Descúbrete amándola.
Sé pura presencia y ella se abrirá 
a la profundidad femenina 
y allí te hallarás.
Y ahora mantente sin miedo firme en su océano.
Esto es presencia masculina.

 

EL BAILE DE LAS MÁSCARAS





Anduve sin disfraz y sin saberlo,

rodeado de disfrazados muertos,

acosado por las caretas del miedo.

 

Disfrazados por fuera y desposeídos por dentro,

bailaban con los ojos ciegos,

al ritmo de la música de los demonios.

 

Y yo acudía sin disfraz y libre,

animado por el hartazgo de la disociación,

a la danza rota de los muñecos.

 

Abrazado a todos los valores y contravalores posibles,

sentí el disfraz del hueco

para no sentir el miedo de la libertad.

 

Observé que la vida es una orgía de muñecos rotos

donde no embestían ellos.

 

Pero aun así,

desdeñé el disfraz,

y me presenté descarado

al baile de los payasos tristes,

protegido solo con la desnudez

de un corazón hospitalario

abierto a las señales.

 

Completamente solo,

asistía perplejo, 

al espectáculo del infierno 

de la desconexión.

 

 

 



miércoles, 19 de agosto de 2015

A TRAVÉS DE LOS VÍNCULOS




Me he despertado en blanco.

 

Desmemoriado  de ayer,

desintegré en el sueño,

la construcción cristalizada del espejismo de mí.

 

Acotado y limitado,

en un supuesto yo-según vosotros

y vosotros-según yo,

según las circunstancias.

 

Hoy comienzo,

sentado en la cocina

con una taza de café,

en la expansión-liberación de

no saber quién soy.

 

Y solo los vínculos,

me llevaran sin construirme,

a través del mí-hoy.

 

DESHACIENDO EL RUIDO



Llegas a casa y enciendes la televisión.

Te levantas y vas a la cocina para picar algo de comer.

Al rato te masturbas.

Te vuelves a levantar y vuelves a picar.

Llamas por teléfono a quién sea.

Tienes el iPad, el móvil y la televisión encendida.

Vas al baño y pones la radio.

Te miras al espejo.

Terminas y apagas la radio.

Buscas ruido allí  adonde vas.

Necesitas que siempre ocurra algo

para no escuchar el silencio

donde surges extraño y desconocido.

No paras de hacer zapping,

pero no atiendes a nada,

porque le estás dando vueltas

a algo que todavía no ha sucedido

y que no tiene por qué suceder.

Vuelves al baño, pones música y te duchas

pero has dejado la televisión encendida.

Terminas y te vistes en tu dormitorio

mientras hablas por teléfono y escuchas música.

Vas a la cocina y vuelves a picar.

Sales de casa porque has llamado a cualquiera

para quedar a tomar algo.

Te pasas la noche bebiendo, hablando y actuando

como los demás crees que eres.

Vuelves bebido, te masturbas otra vez y caes  dormido.

Te levantas y pones la radio.

Te duchas y tomas café.

Pones música y llamas a un amigo

para comentar lo de anoche y vuelves a quedar.

 

Y así sucesivamente,

ruido tras ruido,

saturación tras saturación,

vas alejándote de ti.

 

Créeme,

todo ese ruido tendrás que deshacerlo algún día.

Quizá mañana no,

ni tampoco el año que viene.

Pero créeme,

algún día.

Y sé lo que digo.

Del ruido vengo deshaciéndolo.