Sevilla ocho de la mañana.
Una gran taza de té;
silencio,
el sol se ha desbordado a través de la ventana de
la cocina
y lo inunda todo.
Me sonrío.
Málaga a la misma hora.
Tú estarás también tomando una gran
taza de té
y el mismo sol inundará tu casa,
el silencio;
te moverás lentamente hacia el balcón y mirarás el
mar;
sorberás un poco de té,
cogerás fruta,
y quizá tú sonrías también
porque te acordaste de mí.
Sólo quizá.
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