jueves, 25 de agosto de 2016

ESCRIBIR ES UN REGRESO

Para qué escribo estos versos,
mudos y ciegos,
que pocos leen
y menos comprenden;
no por falta de entendimiento,
sino por defecto de "infierno-cielo
y exceso de "cielo-infierno".

Para qué escribo estos versos,
que hablan nada de mí
y todo de nadie.

Sin embargo,
en estos versos está la vista sin ojos;
y no falta nada,
ni nadie;
y sobra todo.

Para qué escribo estos versos,
visibles de lo invisible,
si solo nadie
podrá comprender todo.

Para ése escribo:

A nadie,

         desde donde surge todo.

Escribir es un regreso...

LAS APARIENCIAS


El levante se ha ido
y entró un poniente suave.
Los niños hacen una tortuga de arena con un amigo local.
Detrás se ve África.

Tumbado a la sombra
admiro el cuadro
y pienso que las apariencias muchas veces engañan .

Pero hoy sé que no.
La escena es impecable
y muestra lo que es.

Lo invisible está de vacaciones.

SORPRENDIDO


Recorro extraños parajes
desolados de certezas.
Y tengo miedo de caer
en el abismo de la culpa
de haberlo sabido,
y desear cambiar
lo que ya había creado
por creerlo sabido.

Pero es tiempo para descreer lo cierto,

y volarán las palomas de lo nuevo

y picotearan mis ojos antiguos.

Gobierno la palabra,
pero toca desgobernar
la intuición.

Así volare libre por los océanos de la incertidumbre.

Y todo lo demás es
solo literatura.

Y yo no soy la tinta de ningún cuento.

PRESENCIA FEMENINA JUNTO AL MAR



Cierro los ojos.
El sol traspasa mis párpados.
La sal cura y picotea mi piel.
El mar suena dentro de mí.

Y juraría que unos cabellos
rozan mi cuello.
           y me estremezco.

Pero abro los ojos,
            y  aquí no hay nadie.

LAS FOTOS ESTÁN MUERTAS


La vida,
poco a poco,
se monta
y se desmonta,
y deja rastros
como fotos:
sudores en las sábanas,
y apenas un olor
que se me escurre,
cuando ya no estás tú.

Los besos son solo para cuando estás,
y no se pueden recuperar los momentos.

La ausencia rezuma
fotos y olores.

Y no me regresan a ti.

No me sirven.






DESOCUPACIÓN DE LA ESFERA



Los días pasan
              y sigo ocupado.

No encuentro el espacio
de la desocupación
externa.

Pero yo me desocupo,
escurriéndome:

Rompiendo el arco,
tensando el diámetro;

asumiendo
 
              la desintegración

                                    del contorno.

Y me escapo de la cáscara.

Quedo vacío
       tras la descomposición
                                  de la esfera...