Nuestra generación es la no generación.
Nuestra generación no nace de la respuesta a la anterior.
Es el resultado evolutivo de todas las anteriores desde el principio del principio.
Nada de credos.
Nada de movimientos.
Nada de reivindicaciones.
Nada de lucha.
Nada de opiniones.
No hay normas.
No hay certezas.
No hay caminos.
No hay sacrificio en busca de premio.
No hay tradición.
No hay maestros.
No hay líderes.
No hay súbditos.
No hay sometidos.
No queremos igualdad.
Somos diferencias vinculadas.
Nada de posicionamientos.
Nada de con nosotros o contra nosotros.
No estamos en contra de nada ni de nadie.
No llevamos pancartas.
No tenemos himnos.
No tenemos banderas.
No vemos las fronteras que no existen.
No esperamos que el estado nos provea.
No queremos que el estado nos defienda.
No queremos que el estado nos tutele.
No queremos que el estado nos juzgue.
No elegimos a representantes.
Nos representamos uno a uno.
No tenemos miedo.
No tenemos culpa.
Tenemos la responsabilidad con nosotros mismos y sabemos que esa responsabilidad con uno mismo es la única que incluye todo.
Somos vínculos en crecimiento.
Nada de bien o de mal.
Nada de conveniente o no conveniente.
Todo es exacto.
Somos observación.
Somos cambio.
No sabemos a que atenernos.
No sabemos nada y no hay nada que entender.
Hay que ser.
Pero respetamos cada proceso de crecimiento.
Nada de juicios.
Somos la acción sin la reacción.
Somos la conexión.
Conocemos el dinero y lo manejamos
Conocemos la vivienda y la vivimos.
Conocemos el sexo y lo practicamos.
Conocemos la moda y la vestimos.
Conocemos el alimento y lo respetamos.
Pero no somos un billete.
Ni tan siquiera un millón de millones de billetes nos desconecta.
No somos la casa y lo sabemos.
Ni tan siquiera somos el desahucio y lo sabemos.
No somos el sexo y lo sabemos.
No somos el coche y lo sabemos.
No somos la familia y lo sabemos.
No somos la pareja y lo sabemos.
No somos el clan y lo sabemos.
No somos la patria y lo sabemos.
No somos la última moda y lo sabemos.
No somos un crédito contraído.
Ni tan siquiera somos un crédito impagado.
No somos una cesta de mercadona.
No somos un embargo y lo sabemos.
Nosotros somos inembargables.
Venimos de la nada
y vacíos de todo
regresaremos al todo.
Somos recepción.
Somos consciencia en expansión.
La tierra no es nuestra.
Tampoco somos hijos de la tierra.
Somos la tierra en evolución.
Es imparable.
Cada vez va más rápido.
Ellos cada día son menos.
Pero no tenemos nada en contra.
Ellos están ahí para que nosotros estemos aquí.
Se lo agradecemos y lo respetamos.
No somos de izquierda.
No somos de derecha.
No somos de centro.
Nadie nos gobierna.
Cada uno se gobierna a si mismo en la responsabilidad vincular.
Y ese autogobierno no gobierna nada.
Estamos llegando al estado
y se hará flexible.
El estado será como un malla viva para el desarrollo de la red vincular.
Todo esto no lo espero.
Todo esto es ahora.
Está siendo.
Ya lo estamos siendo.