miércoles, 21 de octubre de 2015

MI FONDO DE ARMARIO



 
Todos los personajes están en mí

pero ninguno me posee.

Por una vida rica en experiencias;                          

a modo de fondo armario,

me visto y desvisto

con todos mis posibles;

algunos vividos,

otros por vivir,

otros observados,

muchos intuidos;

a veces intencionadamente,

otras por improviso.

Y salgo a dar una vuelta,

disfrazado y contento,

por los escenarios de esta realidad

que representa ahora mi vida.

 

Por las mañana me despierto

desnudo de personajes

y abro el armario.

Quizá me toque la camisa de oficinista de ocho a tres;

dos hijos; hembras y varón,

coche familiar tipo wagon,

jueves tarde gim tónica con amigos

y viernes noche;

canguro filipina, cena y teatro.

 

Otras días me levanto más ahogado,

y entonces puedo ser un hombre maduro y rendido,

casado con alguien que no conoce,

abatido por la caricatura de si mismo;

y me pongo las alas del libertinaje,

y me revuelco en cualquier tasca,

entre escupitajos, altramuces y serrín al mediodía;

y entre putas, cocaína y lágrimas ya de madrugada.



Algunas tardes de otoño soy escritor,

pero nunca poeta.

¡Dios me guarde!

Y entonces escribo novelas negras,

en mi biblioteca de alturas imposibles,

fumo en pipa, escucho Wagner y bebo whisky con soda.


Me gusta ser un Don Juan.

Ese día me visto con mis mejores galas

y me tiro a la calle seguro de mí mismo.

Me arranco el corazón dispuesto a copular

y a engañar a cualquier hembra,

dispuesta a dejarse engañar, o tal vez,

dispuesta a que me crea que la engaño.

Pero estos matices creerme que a un Don Juan les trae sin cuidado.



Otro día más miedoso y sensible,

me visita el marido inseguro y celoso,

marido de una mujer tetona, masculina y agresiva.

Y entonces me ahogo en sus tetas,

voy al mercado y hago la compra,

mientras que un vecino mucho más masculino,

aprovecha el miedo y se folla a mi mujer.



Otros días sin embargo,

me levanto pausado y quieto

y no hago nada

y no siento nada.

Ese día no soy ningún personaje.

Ese día no soy nadie.

Ese día estoy vacío.

Ese día es hoy mismo

y soy yo mismo ahora,

el que os escribe y os cuenta.



Y así sucesivamente,

tiempo tras tiempo,

observo tanto dentro de mí,

como por las calles de nuestras ciudades,

personaje tras personaje,

atravesados cada uno por su programa,

impedidos de realidad,

como se dirigen,

a través del sufrimiento y las versiones transitorias,

al origen de todo.

Y no los juzgo.

Es parte del proceso de cada cual.

Pero sé que poco a poco,

más temprano que tarde,

se irán cayendo los personajes

y los programas uno a uno,

hasta que desnudos y limpios,

seremos todos al fin,

después de la exploración de todo lo posible,

la única versión de nosotros mismos.

 

 

 

domingo, 18 de octubre de 2015

EN BLANCO




Experimenté la anestesia de la embriaguez,
y me atravesó el programa que elegí.
Olvidé la elección y me creí el juego.
Herido de desconexión quise recordarme
sobrestimulándome con lo externo.

Sobreexcitado de excesos ya nada era real.
Y me abandoné al aburrimiento.
Desde el aburrimiento
me aburrí.
Y después me volví a aburrir.
Aburrida mi piel y
aburrido mi corazón,
se despertó mi mente.
Y vinieron otra vez los miedos,
los complejos y los proyectos.
Y los sentí todos desgarrándome desde mi sofá.
Porque no me fui a los fumaderos de opio disfrazados.
Me auto expulsé de mi clan.
Recorrí los desiertos de la no pertenencia
y me sentí invisible.
Fui a la raíz de los conflictos y allí no había nada.
Solo estaba yo sonriéndome.
Y los enemigos pasaron a ser colaboradores.

Y ahora soy siempre dos.
A veces tres:
El que juega,
el que observa al que juega
y el que olvida que sólo juega.


Pero ahora también sé
que todo lo que creo saber
estrecha lo posible por ser.
Ósea que ya os digo
que no sé nada.

Y que todo lo posible sea.

Estoy en blanco.

 

 

 

jueves, 15 de octubre de 2015

VACÍO Y NADA MÁS



Nada más.
No hay nada más.
Nada hay más allá.

Todo empieza y se termina
como en un bucle
instante tras instante
tras instante otro instante
otro instante tras otro instante.
Nada más.
Instantes en bucles de tiempo.

Instante tras otro instante
otro instante
y nada más.

¿El vacío?
El vacío en un instante.
Nada es fuera del instante.
 
Fuera del instante:
Ilusión mental.

Instante tras instante
otro instante tras instante...

Vacío tras vacío
tras vacío vacío.

Vacío y nada.

Y nada más.

Vacío.







domingo, 11 de octubre de 2015

RESTITUCIÓN





Con cada observación en blanco:
Me restituyo.
Con cada dolor sentido sin trampa:
Me restituyo.
Con cada decisión sin intermediarios:
Me restituyo.
Con cada miedo que permito temer.
Me restituyo.
Con cada creencia cuestionada:
Me restituyo.
Con cada vulnerabilidad integrada.
Me restituyo.
Con cada respiración consciente.
Me restituyo.
Con cada carga descargada.
Me restituyo.
Con cada noche sin culpa.
Me restituyo.
Con cada amanecer libre sin propósito.
Me restituyo.
Con cada paso a la incertidumbre.
Me restituyo.
Cada vez que te amo
y no te retengo
y no condiciono al amor.
Me restituyo.
Cada vez que miro a mis hijos
sin mí.
Me restituyo.
Cada vez que no juzgo.
Me restituyo.
Cada vez que no opino.
Me restituyo.
Cada vez que dejo ser lo que es.
Me restituyo.
Con cada paso que doy
por intuición,
sin saber a dónde,
ni a veces porqué.
Me restituyo.
Con cada adición localizada.
Me restituyo.
Con cada imposición caída.
Me restituyo.
Con cada conexión contigo.
Me restituyo.

Estoy de regreso a mi origen.
Y todo me lleva a ese punto desde ese punto.

La vida es un viaje
de información y vuelta.
Una restitución con propósito
de ampliación.



miércoles, 7 de octubre de 2015

DISTORSIÓN SINTONIZADA




A veces ocurre:

Veo la distorsión,

los distorsionados

y los distorsionantes.

Y lo que es más interesante:

Veo la distorsión sintonizada,

los distorsionados sintonizados

y los distorsionantes desarmados.

Cada paso que doy

atento

desde mi distorsión

consciente

me veo distorsionado

y localizo al distorsionante.

Y esa atención me sintoniza.

Por momentos

soy completamente libre:

Y soy solo mi sintonía.