Ahora la vida se me presenta como un momento sostenido,
carente de expectativas,
donde ya no tiene cabida el éxito y el fracaso,
el acierto o el error.
Todo son sensaciones que golpean,
y el día se me presenta hueco de pasado,
y vacío de intención;
sólo existe mientras yo lo creo.
Mientras lo vivo.
Desaparece al instante sin rastro,
sin memoria,
sin podría haber sido.
El día va muriendo mientras nace,
en una explosión de certidumbre,
que se desvanece apenas lo voy viviendo.
He perdido para siempre la capacidad de proyectar.
Voy ganando segundo a segundo la intensidad de vivir.
Me invade el vértigo de la plenitud insondable del momento consciente.
En ese marco trabajo.
Sólo aquí existo.
Fuera de él no hay nada.
Nunca hubo nada.
Y no habrá nada.
Si vivimos fuera del instante preciso.
No vivimos.
Nos desintegramos en pasado y en futuro.
Y desaparecemos para siempre de este presente único,
irreversible.
Ya perdido para siempre.
miércoles, 27 de agosto de 2014
domingo, 17 de agosto de 2014
LAS HORAS GANADAS AL OLVIDO
Establecido en el tránsito hueco entre tú y yo,
me hallo agradecido.
A través de la alameda vacía de tiempo,
más allá del ahora perdido,
me adentro en tu olvido.
Me río del susurro de los posibles,
y conquisto sobre tu piel
un breve espacio,
del intenso tiempo detenido.
Porque la certeza habita en la belleza de tu cuerpo
y
se me olvidó recordar...
Tú y yo,
no nos convertiremos en sal
al mirar atrás....
porque
habitamos lejos de la
esperanza,
pero
muy cerca del amor.
El perfume de tus ojos se encuentra clavado en la memoria de mis manos,
y me garantiza la victoria,
más allá,
de las esquinas de un futuro sin ti.
jueves, 14 de agosto de 2014
DESPERTAR
Es como si caminara solo por las calles.
Las malas caras y los ojos corrompidos
ya no me acompañan en mis paseos
y me paso las noches huecas de mí
y repletas de todo.
Las sábanas me acompañan en el recorrido elástico
de mi alma
que se tensa hacia todos los lados,
alcanzando los opuestos y asumiéndolos,
ensanchando mi hueco,
escupiendo opiniones desafortunadas.
Vaciándome de toda óptica,
me confundo con el entorno
y desaparezco...
Me vuelvo ilusión
Me adentro en la lámpara de noche y permanezco
sobre la mesilla,
mirándome.
Me duermo.
Por las mañanas ya soy otro.
Me despierto y me agito como un colibrí,
y tengo todos los sentidos nuevos,
vírgenes,
dispuestos a gritar y a sentir,
dispuestos a vivir.
Cada sentido a lo suyo
El ojo a ver
La piel a sentir
El gusto a saborear
Y yo a disfrutar
Así vamos tirando,
y viviendo,
yo y mi cuerpo.
Hay días que son verdes y frescos
Los hay otro que son grises
No importa
Y los hay también violeta y rojos
Pero todos los colores son bienvenidos.
Ya no entro a valorar.
Soy un desierto más
Vacío de sí mismo
Repleto de todo
Las malas caras y los ojos corrompidos
ya no me acompañan en mis paseos
y me paso las noches huecas de mí
y repletas de todo.
Las sábanas me acompañan en el recorrido elástico
de mi alma
que se tensa hacia todos los lados,
alcanzando los opuestos y asumiéndolos,
ensanchando mi hueco,
escupiendo opiniones desafortunadas.
Vaciándome de toda óptica,
me confundo con el entorno
y desaparezco...
Me vuelvo ilusión
Me adentro en la lámpara de noche y permanezco
sobre la mesilla,
mirándome.
Me duermo.
Por las mañanas ya soy otro.
Me despierto y me agito como un colibrí,
y tengo todos los sentidos nuevos,
vírgenes,
dispuestos a gritar y a sentir,
dispuestos a vivir.
Cada sentido a lo suyo
El ojo a ver
La piel a sentir
El gusto a saborear
Y yo a disfrutar
Así vamos tirando,
y viviendo,
yo y mi cuerpo.
Hay días que son verdes y frescos
Los hay otro que son grises
No importa
Y los hay también violeta y rojos
Pero todos los colores son bienvenidos.
Ya no entro a valorar.
Soy un desierto más
Vacío de sí mismo
Repleto de todo
sábado, 9 de agosto de 2014
HUELLA EFÍMERA
Como una huella en la orilla,
yo nazco y desaparezco en cada instante,
desdibujado por el instante siguiente;
naciendo distinto y desconocido,
en cada nuevo paso que doy.
yo nazco y desaparezco en cada instante,
desdibujado por el instante siguiente;
naciendo distinto y desconocido,
en cada nuevo paso que doy.
DESDE EL INSTANTE
A mí no se me puede atrapar,
ni definir,
ni conocer,
ni comprender,
ni amar.
No se puede porque tan sólo existo en tu cabeza.
A ese que tú crees ver,
conocer,
comprender,
amar,
no existe.
Yo sólo existo efímero en el instante.
Pero si quieres,
puedes ser instante efímero conmigo
y amarnos,
conocernos,
comprendernos,
y unirnos en el ahora,
sin trampa y sin tiempo,
en el instante efímero de nuestros cuerpos.
lunes, 4 de agosto de 2014
NO ME VES
No me estás viendo.
Estás proyectándote en mí;
me proyectas tus miedos;
tus deseos,
tus anhelos,
tus fracasos,
tus éxitos.
Despréndete de ti para mirarme;
más allá de juicios.
Ése que ves,
desconocido,
soy yo,
Estás proyectándote en mí;
me proyectas tus miedos;
tus deseos,
tus anhelos,
tus fracasos,
tus éxitos.
Despréndete de ti para mirarme;
más allá de juicios.
Ése que ves,
desconocido,
soy yo,
domingo, 3 de agosto de 2014
ES LA HORA
Cuando sentimos que la vida que vivimos no es la que nos pertenece,
es la hora de hacer lo que siempre dejamos para mañana y nunca hacemos:
Esa llamada pendiente;
el viaje que nunca hicimos,
decir no y basta,
ponerte la ropa que siempre quisiste y nunca te atreviste,
besar los labios prohibidos de la censura,
amar a tu vecino punk,
o al pijo del cuarto,
o a ese que no para de mirarte,
amar a quién se supone que no puedes amar,
no volver a quedar con quién no te gusta,
abandonar al cabrón de tu marido,
si es un cabrón,
y si no lo es,
olvidarte que es tu marido,
y amarlo como si fuera tu amante prohibido,
dejar de amar a quien nunca te amó,
ir al concierto de ese grupo a Lisboa,
no creerte más lo que te cuenta la televisión,
olvidar todo lo que te dijeron que eras y no es cierto,
celebrarte a ti misma;
gustarte,
brillar,
amarte;
y buscar sólo a gente que te ame.
Es la hora de ti.
Es la hora de nosotros.
Yo no estoy solo.
Ya somos algunos hombres y mujeres aquí esperándote.
Ven y tráete a ti misma.
Libre.
es la hora de hacer lo que siempre dejamos para mañana y nunca hacemos:
Esa llamada pendiente;
el viaje que nunca hicimos,
decir no y basta,
ponerte la ropa que siempre quisiste y nunca te atreviste,
besar los labios prohibidos de la censura,
amar a tu vecino punk,
o al pijo del cuarto,
o a ese que no para de mirarte,
amar a quién se supone que no puedes amar,
no volver a quedar con quién no te gusta,
abandonar al cabrón de tu marido,
si es un cabrón,
y si no lo es,
olvidarte que es tu marido,
y amarlo como si fuera tu amante prohibido,
dejar de amar a quien nunca te amó,
ir al concierto de ese grupo a Lisboa,
no creerte más lo que te cuenta la televisión,
olvidar todo lo que te dijeron que eras y no es cierto,
celebrarte a ti misma;
gustarte,
brillar,
amarte;
y buscar sólo a gente que te ame.
Es la hora de ti.
Es la hora de nosotros.
Yo no estoy solo.
Ya somos algunos hombres y mujeres aquí esperándote.
Ven y tráete a ti misma.
Libre.
viernes, 1 de agosto de 2014
SUENAN VIOLINES EN MI PASADO
Suenan violines en mi pasado
y arpas en mi presente.
Mis huellas se desvanecen con cada paso que doy,
pero algunas veces todavía me vuelvo hacia atrás
para recordar mi nombre.
El universo estalla en el corazón de mis hijos.
A nadie juzgo.
Desde que no opino,
soy menos duro conmigo.
Suenan violines en mi pasado
y arpas en mi presente.
Estoy agradecido de la vida,
sobretodo en los malos momentos,
en los buenos,
sobrevivo.
El olor de un beso si me cabe en mi recuerdo.
Tengo los puños abiertos en señal de paz.
Todo el odio del mundo no es capaz de quitarme la compasión.
Me abro al destino cada día;
seguro y tranquilo;
de que pasará exactamente lo que tiene que pasar,
de que todo estará en su sitio,
de que los besos de ahora los doy con el mismo amor que antes.
Suenan violines en mi pasado,
y arpas en mi presente.
Volemos todos por el cielo de nosotros mismos.
y arpas en mi presente.
Mis huellas se desvanecen con cada paso que doy,
pero algunas veces todavía me vuelvo hacia atrás
para recordar mi nombre.
El universo estalla en el corazón de mis hijos.
A nadie juzgo.
Desde que no opino,
soy menos duro conmigo.
Suenan violines en mi pasado
y arpas en mi presente.
Estoy agradecido de la vida,
sobretodo en los malos momentos,
en los buenos,
sobrevivo.
El olor de un beso si me cabe en mi recuerdo.
Tengo los puños abiertos en señal de paz.
Todo el odio del mundo no es capaz de quitarme la compasión.
Me abro al destino cada día;
seguro y tranquilo;
de que pasará exactamente lo que tiene que pasar,
de que todo estará en su sitio,
de que los besos de ahora los doy con el mismo amor que antes.
Suenan violines en mi pasado,
y arpas en mi presente.
Volemos todos por el cielo de nosotros mismos.
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